La academia Lía, elegida la mejor de España en la categoría de danza libre

El centro ovetense compitió con más de cuatrocientas escuelas de todo el país

 

La ovetense academia Lía es la mejor academia de baile de España en la categoría de enseñanza libre. Así ha sido reconocida en los premios Duende que se entregaron en Marbella la noche del pasado viernes y que eligió al centro ovetense entre 400 escuelas de toda España.

Lía González estaba ayer encantada con el reconocimiento. Han ganado muchos concursos de baile «pero que reconozcan a toda la academia es algo muy especial». El galardón reconoce las coreografías y la puesta en escena que los bailarines de Lía han presentado a lo largo del año y que les ha llevado a participar en concursos nacionales e internacionales, hasta que el pasado mes de septiembre se proclamaron campeones de Europa en una competición en París.

Primero triunfaron en Bilbao, donde compitieron con coreografías de la zona norte de España y se clasificaron para el torneo nacional de Madrid, donde cosecharon también un éxito que les abrió las puertas del continente. Para el asalto a la capital francesa, desplazaron 73 personas, 34 bailarines que estuvieron arropados por sus familias y amigos. Ensayaron durante todo el año y se impusieron en una fase final a la que solo llegaron 230 grupos de siete países diferentes, el doce por ciento de los que se lanzaron en un primer momento a bailar con el objetivo de llegar a París.

Este trabajo y este recorrido llevó a Lía González a Marbella para recoger la noche del viernes el premio «Duende» que reconoce la trayectoria de las academias de baile de toda España en distintas categorías.

«Es un reconocimiento extraordinario porque habíamos ganado premios en concursos en distintas disciplinas pero este es un reconocimiento al trabajo de toda la academia», explicó ayer la propietaria del centro de baile situado en el barrio ovetense de Pumarín.

La escuela de danza Lía es bicampeona de España y en noviembre de 2016 logró el cuarto puesto en el Mundial de Show Dance de Alemania. «Tuvimos que pedir horas en el trabajo para poder ir a la competición; una compañera enfermera se fue a hacer una guardia en cuanto aterrizamos», explicó una alumna en aquel momento. Los bailarines tuvieron que pagarse hasta el chandal nacional para participar.

 Fuente original: La Nueva España